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  • Foto del escritorPierrick Massé

SIBERIA de Umberto Giordano

Actualizado: 21 abr

DATOS PRÁCTICOS

Fechas: Los 6 y 9 de mayo 2022

Entradas: De 16 a 216 euros ver enlace




UNA HEROÍNA TRÁGICA A DESCUBRIR


El Teatro Real recupera Siberia, de Umberto Giordano, ópera olvidada del repertorio verista


Se ofrecerán 2 funciones de Siberia, de Umberto Giordano, en versión de concierto, los días 6 y 9 de mayo, a las 19.30 horas.


La ópera estará protagonizada por la soprano Sonya Yoncheva, que actuará junto al tenor Murat Karahan y al barítono George Petean, secundados por Elena Zilio, Mercedes Gancedo, Alejandro del Cerro, Albert Casals, Tomeu Bibiloni, Fernando Radó, Moisés Marín y Claudio Malgesini.


La dirección musical será del venezolano Domingo Hindoyan, que estará al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real.



El 6 de mayo, viernes, y el 9 de mayo, lunes, a las 19.30 horas, el Teatro Real ofrecerá dos funciones de Siberia, de Umberto Giordano (1867-1948), en versión de concierto, reafirmando su compromiso con la recuperación y divulgación de óperas olvidadas o desconocidas para el público actual.


Umberto Giordano, reconocido, sobre todo, por sus óperas Andrea Chénier y Fedora, fue, junto a Francesco Cilèa, Pietro Mascagni, Ruggero Leoncavallo y Giacomo Puccini, uno de los integrantes del llamado ‘verismo’, una generación de jóvenes compositores unidos por una estética finisecular heredera de la gran tradición operística italiana, pero con una trama dramatúrgica cercana al naturalismo literario.


Stephana (Estefanía), la desdichada protagonista de Siberia, engrosa así la larga lista de heroínas trágicas de ese período, del que Puccini fue, sin duda, el más genial representante. De hecho, Luigi Illica, autor del libreto de la ópera -y también del de Andrea Chénier- sería, junto a Giuseppe Giacosa, libretista de Tosca, La bohème y Madama Butterfly.


Aunque el argumento de Siberia no parte de ninguna obra literaria, Luigi Illica se inspiró en dos libros para la recreación del universo ruso del libreto: Recuerdos de la casa de los muertos, de Fiódor Dostoyevski -años más tarde transformado en libreto por Leos Janácek- y Resurrección, de Leon Tolstoi. Sin embargo, tanto las relaciones entre el trío protagonista -Stephana (personaje complejo psicológicamente), Vassili (tenor de fuerza y belleza lírica) y Gleby (barítono brillante y de carácter)- como la estructura dramatúrgica del libreto, reproducen el manido arquetipo operístico de la época: una bella y seductora mujer cortesana (soprano), busca la redención a través del amor de un noble (tenor), víctima de los ardides de un pérfido maquinador (barítono), que también la ama.


Secundan el trío protagonista varios personajes bien caracterizados y con intervenciones cuidadas, con tributos musicales que los distinguen de meros papeles secundarios, contribuyendo al ‘verismo’ de cada escena.


La música de Umberto Giordano, de potente eficacia dramatúrgica, utiliza con ductilidad los contrastes entre momentos dolientes de gran lirismo y pasajes enérgicos y de carácter; la articulación de melodías que evocan el folclore ruso y la soledad de la estepa siberiana, con la orquestación ruda y descarnada de las escenas más dramáticas.


El estreno de Siberia tuvo lugar en el Teatro alla Scala de Milán el 19 de diciembre de 1903, con gran éxito, que se vio reforzado dos años más tarde, en París, cuando la ópera fue recibida con entusiasmo y comentarios muy favorables de Gabriel Fauré y Jules Massenet.


La ópera entró entonces en un largo letargo del que está saliendo paulatinamente gracias, sobre todo, al atractivo papel de Stephana, cuyas arias han sido interpretadas, en los últimos años, por Renée Fleming, Angela Gheorghiu o Ermonela Jaho. Pero el rol de esta mujer valiente, generosa y apasionada nos llega ahora íntegramente interpretado por la soprano búlgara Sonya Yoncheva, a la que escucharemos de nuevo en el Teatro Real, después sus éxitos en dos recitales y en las óperas Il ritorno d’Ulisse in patria, de Claudio Monteverdi (2009), Roméo et Juliette, de Charles Gounod (2014) e Il pirata, de Vincenzo Bellini (2019).


Actuará junto a Murat Karahan (Vassili), George Petean (Gleby), Elena Zilio (Nikona), Mercedes Gancedo (Niña), Alejandro del Cerro (Príncipe Alexis), Albert Casals (Ivan El Cosaco), Tomeu Bibiloni (El Banquero Miskinsky / El Inválido), Fernando Radó (El Capitán / El Gobernador), Moisés Marín (El sargento) y Claudio Malgesini (El inspector).


El director venezolano de ascendencia armenia Domingo Hindoyan dirigirá las dos funciones de Siberia al frente de la Orquesta del Titular Teatro Real y del Coro Titular del Teatro Real, que en esta ópera tiene especial relevancia, preparado, como siempre, por su director Andrés Máspero.






ARGUMENTO:

La acción se desarrolla en Rusia en la primera mitad del siglo XIX.


Acto I. La mujer.

La obra comienza la noche de agosto previa a la festividad de San Alejandro, en el elegante palacio “La Rotonda”, ubicado en una de las calles más selectas de San Petersburgo. Es la residencia que el príncipe Alexis Frouwor ha regalado a su amante Stephana, conocida como “la bella oriental”.


Stephana no ha regresado aún, pese a las horas transcurridas, y sus asistentes, la camarera Nikona y el mayordomo Iván, esperan el regreso de su ama, muy preocupados por su inusual tardanza. Se escucha una llamada a la puerta. Es Gléby, un anterior amante de Stephana, vividor, canalla y muy seductor al que la muchacha, un poco a su pesar, ayuda.


Gléby trae entre manos un proyecto que quiere compartir con Stephana. Comprueba si se halla ausente y no oculta la irritación al enterarse que ha pasado la noche fuera de su casa. En esto, aparece el príncipe Alexis en compañía de varios oficiales de su regimiento, y es acogido con ironía y fingida consideración por parte de Gléby.


Para guardar las apariencias, Nikona le dice al príncipe que Stephana está descansando. Tras improvisar una serenata ante la puerta de su alcoba, que es dirigida por Gléby y coreada por el resto de los presentes, este le propone al príncipe una partida de cartas en el salón cercano, para así guardarle las espaldas a Stephana.


En ese momento, llega Stephana por la puerta de servicio, habiendo escuchado todo, con lo cual se hace dueña de la situación. Stephana está entusiasmada por un joven que ha conocido y del que se ha enamorado. El príncipe, acabado el juego con Gléby, declara ardientemente su amor a Stephana y le regala un costoso brazalete como manifestación de casarse con ella.


Cuando Stephana y Alexis se retiran, Nikona recibe la visita de su ahijado Vassili, que viene a despedirse antes de partir al frente en la guerra que opone a rusos contra turcos. Vassili le confía a Nikona que se ha enamorado profundamente de una hermosa mujer, de origen modesto, pero buena y honesta. Cuando Stephana regresa al salón, Vassili descubre asombrado que se encuentra ante la mujer de la que está enamorado y no duda un instante en manifestarle sus sentimientos, pasando por alto cualquier otra consideración.


Al tiempo, aparece el príncipe, quien descubre rápidamente la relación existente entre su amante y el desconocido rival. La propia Stephana se lo confirma. Los acontecimientos se precipitan. A pesar del intento de Nikona por impedirlo, Alexis y Vassili cruzan sus sables y éste hiere al príncipe. Vassili, consternado, deja caer su arma y acepta su destino.



Acto II. La Amante.

Un preludio sirve de transición entre este acto y el anterior. En la frontera que separa Siberia del resto de Rusia, se agrupan en una estación ferroviaria aldeanos y vendedores, vigilados por un capitán y un sargento. Una muchacha le ofrece dinero a un cosaco para que le permita acercarse a su padre, que viene entre los prisioneros. El cosaco, conmovido, rechaza las monedas. Aparecen los forzados caminos de su destino en las minas siberianas y hacen un alto. Entre ellos está Vassili.


Stephana, que ha descubierto que el joven es su auténtico amor, provista del permiso necesario, se une a la siniestra comitiva para redimirse ayudando a Vassili. Stephana ha dado todos sus bienes a beneficencia, dedicándose por entero a su misión sentimental y redentora. En su ardoroso reencuentro, Stephana le asegura a Vassili que siempre estará a su lado. Junto al resto de los condenados, Stephana y Vassili se encaminan hacia el lugar de la deportación.


Acto III. La Heroína.

Breve preludio para la festividad del Sábado Santo.


La primavera parece haberse instalado tímidamente en el campamento de los prisioneros ofreciéndoles un poco de alegría tras las duras jornadas invernales. Con mejor disposición, los condenados a trabajos forzados realizan las tareas impuestas, mientras se espera la visita del Gobernador Walitzin.


Un viejo inválido se acerca cojeando y portando la bandera nacional. Una forma de disimular sus auténticos motivos: llevar un mensaje para Stephana de parte de Gléby, que ha acabado en la prisión dados sus continuos desmanes, entre ellos el de falsedad de documentos y prácticas de usura.


En el mensaje, Gléby cita a Stephana para verse con ella antes de que anochezca. Va a proponerle que se fuguen de la prisión a través de un pasadizo secreto que ha descubierto. Stephana se rehúsa porque no quiere abandonar a Vassili. Gléby, entonces, se venga contando a todos el pasado de Stephana. Esta, a su vez, le echa en cara su bellaquería ante los forzados. Pero humillada, Stephana accede a escaparse a través de ese pasadizo oculto en un pozo solo si le acompaña Vassili.


Stephana, quien se ha negado a abandonar la prisión, como el Gobernador le ha propuesto, renueva con Vassili la pasión correspondida antes de emprender la fuga. Gléby les indica el camino hacia la libertad, pero es una infame trampa. De inmediato da la voz de alarma. Los guardias persiguen a la pareja y disparan sus armas para detenerlos. Stephana, herida de muerte, expira en brazos de Vassili. Este es detenido, y un alma caritativa cubre el cuerpo de Stephana.


El campamento de refugiados retoma su triste normalidad.


EQUIPO ARTÍSTICO

Director musical Domingo Hindoyan

Director del coro Andrés Máspero


REPARTO

Stephana Sonya Yoncheva

Nikona Elena Zilio

Niña Mercedes Gancedo

Vassili Murat Karahan

Gleby George Petean

Príncipe Alexis Alejandro del Cerro

Iván / El cosaco Albert Casals

El banquero Miskinsky / El inválido Tomeu Bibiloni

Walinoff / El capitán / El gobernador Fernando Radó

El sargento Moisés Marín

El inspector Claudio Malgesini

Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real



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Fuentes: Teatro Real de Madrid

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