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Foto del escritorPierrick Massé

PARTÉNOPE de Georg Friedrich Händel, "El amor y el deseo, del Barroco al Surrealismo".

Actualizado: 21 abr


DATOS PRÁCTICOS

Fechas: del 13 al 23 de noviembre del 2021

Entradas: de 16 a 413 euros, ver enlace



Parténope se estrena en el Teatro Real el 13 de noviembre, en una producción ya clásica de la English National Opera, de 2007, coproducida con las Óperas de San Francisco y de Australia.


Música de Georg Friedrich Händel (1685-1759)

Libreto anónimo, adaptado del de Silvio Stampiglia para la ópera homónima (1725) de Leonardo Vinci estrenada en el King’s Theatre de Londres el 24 de febrero de 1730



Bajo la apariencia de una “ópera seria” dieciochesca, con su reina y príncipes de la Antigüedad clásica, esta partitura, estrenada en 1730 en Londres, está “contaminada” por un sinnúmero de detalles de la “ópera bufa”, como la frivolidad del tema, las licencias eróticas del libreto, los personajes moralmente ambiguos, o la “elasticidad” de su estructura musical, en la que abundan los números de conjunto: dos dúos, un trío, un cuarteto y un quinteto.


La trama “indecorosa” de la ópera encaja mejor en la libertad del género bufo: Parténope, reina fundadora de Nápoles, tiene que elegir a uno de sus cuatro pretendientes: el fogoso Arsace (príncipe de Corinto), el tímido Armindo (príncipe de Rodas), el guerrero Emilio (príncipe de Cuma) o el seductor Eurimene, que en realidad es Rosmira, la expareja despechada de Arsace, que se disfraza de hombre para vengarse de su antiguo amante ­al que sigue queriendo­ y competir con él en la seducción de la reina.


Arsace y Armindo están interpretados por las voces “femeninas” de dos contratenores, y Eurimene es Rosmira disfrazada de hombre, que busca los favores de otra mujer. El travestismo, la libertad sexual y la fluidez de género” de la ópera, cuyo motor son el amor y el deseo, encajan perfectamente con “el surrealismo y su visión de la naturaleza erótica de la psique”, según el director de escena Christopher Alden.


Con la complicidad del escenógrafo Andrew Lieberman y del figurinista Jon Morrell, los personajes desfilan por la mansión art déco de Parténope, en plena efervescencia de las vanguardias, con guiños a algunos de sus protagonistas, como Man Ray o André Breton. En ese espacio de libertad, vicio, creatividad, glamour y placer, Parténope reina como una musa, desde su alcoba, objeto de deseo de su corte de admiradores.


En el Real se alternarán dos repartos, con destacados cantantes del barroco, en la interpretación de los seis personajes de la ópera, que, juntos, asumirán también las partes del coro, como suele pasar en las óperas de Händel.


Darán vida a la partitura las sopranos Brenda Rae y Sabina Puértolas (Parténope); las mezzosopranos Teresa Iervolino y Daniela Mack (Rosmira); los contratenores Iestyn Davies y Franco Fagioli (Arsace), y Anthony Roth Costanzo y Christopher Lowrey (Armindo); los tenores Jeremy Ovenden y Juan Sancho (Emilio) y los barítonos Nikolay Borchev y Gabriel Bermúdez (Ormonte), junto a la Orquesta Titular del Teatro Real, bajo la dirección musical de Ivor Bolton, que será responsable, también, de los acompañamientos al clave.


Parténope es única y heterodoxa dentro del corpus operístico de Händel. Quizás el espectador de hoy tenga mayor capacidad para disfrutar y comprender la genialidad de esta partitura, cuya esencia y valores potencia la ingeniosa dramaturgia de Christopher Alden y la maestría, musicalidad y entrega de Ivor Bolton.





ARGUMENTO


ACTO I

Parténope pide la protección de Apolo. Llega Rosmira disfrazada de hombre, y se presenta como Eurímene. A pesar del disfraz, Arsace reconoce en ella a su anterior prometida; antes de que puedan hablar, Ormonte anuncia que Emilio pide audiencia a Parténope. Armindo confiesa a Eurímene que ama a Parténope, que a su vez, está enamorada de Arsace. Rosmira reprocha a Arsace el haberla abandonado; él implora su perdón y ella le exige que no desvele su verdadera identidad. Armindo confiesa a Parténope que la ama. Cuando Parténope está a solas con Arsace, Eurímene los interrumpe, y «él» declara ser otro pretendiente de Parténope. Parténope reafirma su devoción por Arsace. Emilio propone matrimonio a Parténope; cuando ella le rechaza, él la amenaza. Ella pone a Arsace al mando de sus tropas contra Emilio, lo cual provoca los celos de los otros pretendientes. Los sentimientos de Eurímene hacia Parténope perturban a Armindo, pero Eurímene le tranquiliza: sus sentimientos van en otra dirección.

ACTO II

Las fuerzas de Parténope y Emilio entran en combate, y Emilio es capturado por Arsace. Eurímene se atribuye todo el mérito de la captura de Emilio y Arsace no le desmiente. Cuando Emilio contradice la afirmación de Eurímene, Eurímene reta en duelo a Arsace para defender su honor. Arsace trata de apaciguar a Eurímene, que se debate entre sentimientos de amor y de rabia.

Armindo declara su amor por Parténope; ella por su parte sigue deseando solo a Arsace. Juntos y a solas, Rosmira y Arsace luchan con emociones contrapuestas.

ACTO III

Eurímene cuenta a Parténope que «él» no ha retado a Arsace en su nombre sino en el de una mujer, Rosmira, a quien Arsace prometió matrimonio para abandonarla después. Cuando Arsace admite que esa afirmación es cierta, Parténope le rechaza y da esperanzas a Armindo. Emilio ofrece su apoyo a Arsace en el inminente duelo. Arsace solicita el perdón de Rosmira. Cuando Parténope los descubre juntos, Rosmira consigue ocultar su verdadera identidad.

Las dos mujeres reprenden a Arsace, quien critica ásperamente la tiranía del amor. Los contendientes reciben sus armas para el duelo. De improviso, Arsace exige que él y Eurímene luchen a pecho descubierto, y ante el dilema, Eurímene decide desvelar su verdadera identidad. Los enamorados cambian de pareja: Parténope toma a Armindo, y Rosmira y Arsace se reúnen de nuevo.



Escúchala aquí






Fuente: Teatro Real de Madrid.



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