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Foto del escritorManuel Alméstar

LA TRAVIATA de Giuseppe Verdi: La lección de generosidad y nobleza de una extraviada

Actualizado: 21 abr


DATOS PRÁCTICOS

Fechas: del 1 al 29 de julio del 2020




El 1 de julio de 2020, el Teatro Real reabre sus puertas con una

simbólica La traviata en concierto semiescenificado. Contamos con la

implicación de todo el teatro para lograr una brillante representación,

cumpliendo con las estrictas medidas de seguridad que hemos de mantener

con el fin de proteger a nuestros músicos, solistas, coro y técnicos.


Ha sido la primera vez, desde la reapertura del Teatro en 1997, en que las

puertas han permanecido cerradas en medio de la temporada. Durante estos

cuatro meses, que se nos han hecho eternos, los decorados de Achille in Sciro

han permanecido en el escenario como un testigo mudo de la situación,

frustrando la recuperación patrimonial de una de las obras maestras del

barroco español. Pero Achille in Sciro se estrenará en una de las próximas

temporadas del Teatro Real, como también se estrenarán Lear de Reimann,

La pasajera de Weinberg e Iris de Mascagni. Porque la vida sigue, y las puertas

que ha abierto esta Traviata permanecerán también, esperanzadoramente

abiertas, en el futuro. Es nuestra fundada esperanza.


Esta Traviata pasará a la pequeña historia de nuestra institución como el

símbolo de nuestra voluntad de reconstituir el Teatro Real. Será una más de

las innumerables iniciativas públicas y privadas que van a permitir, más pronto

que tarde, que España, con la energía cívica que le caracteriza, se recupere de

esta inimaginable catástrofe.




Que debes esperar: Una tragedia romántica en tres actos. La película Pretty Woman se encuentre aquí con La bohème: una prostituta cara es obligada a abandonar al único hombre que ha amado y luego muere de tuberculosis. Está basada en una novela con altas dosis autobiográficas de Alejandro Dumas hijo, La Dame aux Camélias.


Como ha sucedido con muchas otras óperas hoy clásicas, La Traviata fue un fiasco en la noche de su estreno. El público estaba confundido con el vestuario, que era ropa moderna del momento y no de época, como era lo acostumbrado. Además, el tenor perdió la voz y la soprano-que se suponía debía interpretar a una jovencita frágil en trance de morir de tuberculosis- parecía más bien el muñeco de los neumáticos Michelin que otra cosa. Un año después se volvió a montar la obra en la misma ciudad y esta vez sí obtuvo atronadores aplausos.


EL ARGUMENTO


La acción de la ópera se sitúa en París a mediados del XIX, reflejando el

ambiente del demi-monde frecuentado por la burguesía y la prostitución de lujo.


ACTO I

En el apartamento de Violetta

Violetta Valéry, una conocida cortesana, da una fiesta para celebrar su

recuperación de una grave enfermedad. Gastone, vizconde de Letorières

presenta a Alfredo Germont a su joven y tímida amiga, y recuerda a Violetta

que cada día se ha interesado por su salud. Halagada, Violetta revela que

su protector, el barón Douphol, no ha mostrado la misma preocupación.

El barón inmediatamente se siente celoso del nuevo invitado. Violetta, en

medio de la fiesta, se siente repentinamente mal: su enfermedad reaparece.

Alfredo se queda con ella y le confiesa su amor, largamente alimentado

en secreto. Ella le responde que nunca ha conocido el amor, así que no puede

corresponderle, pero le regala una camelia bajo la condición de que se la

devuelva al marchitarse, o sea, al día siguiente. A solas ya, Violetta se siente

muy conmovida por la declaración de amor de Alfredo, aunque tiene la

certeza de que su destino es que viva brevemente y dedicada a la búsqueda

del placer. La voz de Alfredo la persigue.


ACTO II

Escena 1. Una casa cerca de París

Han transcurrido tres meses y Violetta, muy enamorada de Alfredo, se ha

instalado con él en la campiña, a las afueras de París. Para sobrevivir,

Violetta ha empezado, en secreto, a vender sus pertenencias. Alfredo se

entera a través de Annina, la doncella de Violetta, y se va a la ciudad a

conseguir dinero para poderlas recuperar. Una visita inesperada se anuncia:

Giorgio Germont, el padre de Alfredo. Acusa con acritud a Violetta de

haber arruinado a su hijo. Insultada y triste, le muestra los resguardos de la

venta de sus bienes. Aún así, él pretende que ella se sacrifique y abandone

a su hijo, pues el escándalo de esta relación pone en peligro el respetable

matrimonio de la hermana de Alfredo. Violetta, desconsolada, acepta tras

un forcejeo verbal. Violetta escribe a Alfredo, quien le sorprende regresando

antes de lo esperado. Angustiada, ella se ve obligada a despedirse de su

amado, que no comprende su arrebato emocional. En la carta, Violetta le

informa de que lo abandona para volver a su vida anterior y a su amante, el

barón Douphol. Germont intenta consolar a Alfredo, pero éste se percata de

una invitación a la fiesta de Flora, una vieja amiga, y, en su desesperación, se

dirige a París decidido a encontrar a Violetta.


Escena 2. Apartamento de Flora en París

Flora organiza la fiesta, mientras su amante cuenta que Violetta ha dejado

a Alfredo y que en su lugar asistirá con el barón. De repente llega Alfredo,

ignorando aparentemente a Violetta, quien acude del brazo del barón. Los

invitados inician su partida de cartas, quese convierte en una hostil batalla

entre Alfredo y el barón Douphol. Violetta pide a Alfredo que se quede para

hablar con ella. Herido y enfadado, Alfredo la acusa. Desesperada, Violetta

le miente y le dice que está enamorada del barón. Alfredo, furioso, llama a

los invitados e intenta públicamente pagarle por sus servicios. Los invitados

observan atónitos y Giorgio Germont llega a tiempo de ser testigo de

la escena. El barón reta a Alfredo a un duelo. La brillante carrera de Violetta

como cortesana ha llegado a su fin.


ACTO III

Habitación de Violetta meses más tarde

La tuberculosis se ha adueñado de Violetta, quien, abandonada por sus

amigos y protectores, se siente moribunda. Con los alguaciles esperando en

la puerta, cuenta solo con Annina y el doctor Grenvil, que la consuela como

puede. Ella relee continuamente una carta de Giorgio Germont; Alfredo

ha huido de Francia tras herir al barón en el duelo, pero su padre asegura a

Violetta que Alfredo ya tiene conocimiento de su sacrificio y pronto

regresará. Afuera, todo París celebra el Carnaval, y los cantos de la multitud

se escuchan desde el apartamento de Violetta. De repente Annina la prepara

para la llegada de Alfredo. Los amantes se abrazan, perdonándose

mutuamente. Pero ni la alegría de volver a Alfredo puede salvarla. A las

puertas de la muerte, ella le da un retrato suyo para que la recuerde. Lleno de

remordimientos, Giorgio Germont llega para suplicar a Violetta su perdón.

Ella muere.


Para Giuseppe Verdi la elección del tema en aquel momento no tenía

nada de inocente. Era la época de su convivencia con Giuseppina

Strepponi, de los malvados cotilleos en Busetto y de los sistemáticos

desaires por no estar casados. Era la época de su carta a Antonio Barezzi

en la que le escribía desafiante «en mi casa vive también una dama

libre e independiente que, como yo, ama la soledad (…). Ni ella ni yo

tenemos cuentas que rendir a nadie. ¿Quién puede decir si está bien o

mal? E incluso si está mal, ¿quién tiene derecho a lanzar sobre nosotros

el anatema?».


La ópera parece construida musicalmente para prologar lo que más

adelante será el verismo. Se atenúa todo lo que, en una ópera, puede parecer

una convención artificiosa. La obertura queda reducida a un preludio,

la fragmentación del discurso musical entre recitativos y arias tiende a

esfumarse en un discurso continuo y la proliferación de personajes que

intervienen ocasionalmente en la acción recuerda el friso social característico

de las novelas realistas. Y, sin embargo, es sorprendente cómo las aristas

de la obra se han ido disolviendo poco a poco a base de reiterarse un

entorno que ha acabado por resultar hasta complaciente, en el que ya nada

parece real.



Equipo Artístico

Directores musicales: Nicola Luisotti , Luis Méndez Chaves

Responsable del concepto escénico: Leo Castaldi

Iluminador: Carlos Torrijos

Director del coro: Andrés Máspero


Reparto

Violetta Valéry: Marina Rebeka; Ruth Iniesta, Ekaterina Bakanova, Lana Kos, Lisette Oropesa

Flora Bervoix: Sandra Ferrández

Annina: Marifé Nogales

Alfredo Germont: Michael Fabiano , Ivan Magrì , Matthew Polenzani , Ismael Jordi

Giorgio Germont: Artur Rucinski , Nicola Alaimo , Luis Cansino , Javier Franco

Gastone, vizconde de Létonières: Albert Casals

El barón Douphol: Isaac Galán

El marqués de Obigny: Tomeu Bibiloni

El doctor Grenvil: Stefano Palatchi

Giuseppe, criado de Violetta: Emmanuel Faraldo

Un mensajero: Elier Muñoz

Un criado de Flora: Carlos García


Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real


Escúchala aquí


Fuente: Teatro Real de Madrid, Ópera para dummies.


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