GULA / GOLA
- Pierrick Massé
- hace 9 horas
- 4 Min. de lectura
DATOS PRÁCTICOS>> Teatro Valle-Inclán, Plaza de Ana Diosdado, s/n, Centro, 28012 Madrid >> Del 09 de enero al 15 de febrero 2026 >> Entradas ver enlace |
El Teatro Valle-Inclán presenta a partir del 09 de enero la obra "Gula / Gola", un espectáculo de teatro que, a través de la figura de un actor, reflexiona sobre la gula como vicio y deseo insaciable, tanto literal como metafórico, en la sociedad actual. Utiliza una mezcla de lenguajes escénicos como el clown, la performance, la danza y el bufón para explorar temas como la avaricia, la superficialidad y la imposibilidad de escapar de la trampa del consumo excesivo.

Sobre el espectáculo
No para, no para. Quiere saborearlo todo. Y salta, superficialmente, por encima de las cosas. No seas egoísta. Qué vergüenza. Tápate la boca que se te ven los dientes. Se hizo pequeño, pequeño… y ahora es un experto en complacer a todo el mundo. Aprovechando sus beneficios, claro. Un hábil arlequín. Míralo, salta de aquí para allá evitando, de este modo, parar un momento y observar todo lo que le rodea. Él es feliz en la fantasía. Baila porque ya no recuerda quién es. Nadie lo recuerda. Ahora ya solo se esfuerza para que le miren. No puede hacer más. No para, no para. Conseguir ser visto, aunque sea ofreciendo una pobre imagen, la libera de la torturante tiranía de la insignificancia.
Nota de los autores y directores
La idea de hablar de la gula nace de la necesidad de poner énfasis en aquello que nos corrompe. Tenemos la sensación de que vivimos en una sociedad que no confía ni en el poder, ni en los bancos y gobiernos que lo gestionan. De puertas afuera, todo el mundo dice que actúa de la mejor manera, nadie asume errores; pero el vicio y la avaricia se cuelan por todas partes. Ahora, las sociedades son cada vez más desiguales y la situación climática es alarmante. Aun así, la gula sigue engulléndolo todo. Parece que nada ni nadie pueda detenerse.
Del mismo modo, miramos nuestro entorno y vemos un consumo compulsivo de emociones. De hecho, también lo identificamos en nosotros. Aparentemente, miramos el mundo y parece que haya de todo. Que el banquete que se nos ofrece sea inabarcable, sobreexcitado e insensible al dolor. Pero mientras estamos en la búsqueda de la plenitud y de la felicidad perpetua, la salud mental empeora y parece que nunca toca fondo.
Consideramos que las redes sociales son uno de los portales de la gula. Nos perturban, nos hacen testigos del goce (real o inventado) de los otros: éxitos alcanzados, viajes, trabajos apasionantes, casas preciosas. Se impulsa la carrera por ser lo que no somos, la pulsión por engullir sin digerir todo aquello que pueda ofrecernos la vida.
La gula nos corrompe. En su sentido más explícito, comer desde la gula es sinónimo de saborear sin digerir. En un sentido más amplio quiere decir tomar, del mundo, solo los aspectos excitantes y sabrosos, y sobre todo rechazar y huir con facilidad de todo aquello que duele. Evitamos el contacto con la sensación de vacío llenándonos la boca de placeres y estímulos; una imagen de la gula literal y metafórica.
Para nosotros, la gula también es aquello que impide cualquier cambio; se evita la rebelión pero llega la metamorfosis. Cuando la gula colapsa al individuo, este se transforma y da paso a la animalidad, a la bestia, al bufón. No se puede salir de la gula engullendo su remedio. Es así como uno mismo se crea su propio laberinto, tratando de huir de donde no se puede escapar, condenado a caer continuamente en la misma trampa. Como una marioneta que no ve los hilos. La gula en su máxima expresión es el retrato de la locura, de la ignorancia, de la ceguera, de la estupidez humana.
Salir de este laberinto pasa por dejarse atravesar por el vacío. Cuando uno está inmerso por la gula constante olvida la importancia de aceptarnos en nuestra naturaleza. Hay que detenerse, superar el miedo, las trampas, el pánico, la necesidad constante de una respuesta. Y por eso es difícil, mientras no dejemos de engullir, encontrar las palabras adecuadas para comunicarnos. Es la tragedia del clown.
Pau Matas Nogué y Oriol Pla Solina
Ficha técnica
Creación y dirección Pau Matas Nogué y Oriol Pla Solina
Colaboración en la dramaturgia Jordi Oriol
Reparto Oriol Pla Solina
Música en directo Pau Matas / Marc Sastre
Escenografía y vestuario Sílvia Delagneau
Iluminación Ana Rovira
Composición musical y espacio sonoro Pau Matas
Sonido Damien Bazin
Trabajo de movimiento Guillermo Weickert
Trabajo de clown Carolin Obin
Trabajo de voz Mariona Castillo
Asesoramiento musical Marc Sastre
Asesoría en psicología para el desarrollo dramatúrgico Berta Clavera
Asesoramiento actoral Martí Solé
Ayudante de dirección Gina Aspa Miralta
Regiduría y ayudante de producción Duna Homedes
Ayudante de escenografía y vestuario Oriol Corral
Confección de vestuario Javier Navas y Oleg Pankin
Creación de prótesis May Effects (Pablo Perona, Lucía Solana y María Marrugat)
Jefe técnico Àngel Puertas
Coordinación técnica AP7 Projectes Tècnics
Diseño de cartel Emilio Lorente
Fotografía Clàudia Serrahima
Tráiler Asimètric Films
Producción ejecutiva Andrea Cuevas Garrido y Clàudia Flores
Acompañamiento y producción artística Clàudia Flores
Programadores Ventura López Kalász, Jordi Salvadó
Producción Temporada Alta y Teatre Nacional de Catalunya, con la colaboración del Teatre Sagarra de Santa Coloma de Gramenet
Más información
Encuentro con el equipo artístico: jueves 22 ENE 2026
Funciones en catalán: 28 y 29 ENE 2026
























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